Gables Montessori Blog

ALIMENTOS SALUDABLES PARA SUS HIJOS

Alimentar a nuestros niños es siempre una prioridad en la planificación diaria. Buscamos el alimento más fresco, nutritivo y sabroso para nuestros hijos, pero ello puede ser una tarea complicada debido a la cantidad de información puede ser abrumadora. Pero es necesario saber que los buenos hábitos se aprenden en la infancia, por lo que la relación saludable con la comida debe ser inculcada desde el principio.

Los bebés hasta los seis meses deben ser alimentados solamente con leche materna, después de esa edad pueden ser incluidas algunas frutas y verduras en la dieta diaria. El progreso de una dieta de leche hacia una variada debe ser gradual y debe incluir alimentos de todos los grupos. Proteínas, verduras, frutas, hidratos de carbono son necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo de los niños. Se puede probar poco a poco introducir diferentes tipos de proteína en cada comida y así también un par de diferentes verduras. Así se puede enseñar al niño a apreciar cada sabor y aprender a conocer lo que le gusta o no.

Las proteínas son necesarias para funciones importantes del cuerpo como el crecimiento, el desarrollo del cerebro y los huesos sanos, pero también los carbohidratos son esenciales, por lo que ambos tipos de alimentos deben incluirse en cada comida. Se puede comenzar con pequeñas porciones de frutas y verduras, el tamaño depende de la edad y actividad física del niño. También se puede combinar con productos lácteos como leche y yogur que aportan calcio y vitaminas A y B12 y minerales. El calcio es un nutriente esencial para el desarrollo de dientes y huesos fuertes, pero es preferible el yogur natural no azucarado. Es mejor añadirle sabores naturales al yogurt y asegurarse de que los niños se acostumbren a estos sabores naturales, así se mantendrán alejados de enfermedades relacionadas con el azúcar en la sangre como la diabetes. Los dulces, pasteles y postres, refrescos, galletas y otros deben consumirse sólo en ocasiones especiales, la ingesta de estos ¨snacks¨ también están relacionadas con altos índices de obesidad.

Las grasas también son importantes en la nutrición pero demasiada cantidad de cualquier tipo de grasa no se recomienda. Sustancias como la mantequilla, aceites y otros ayudan a la absorción de vitaminas (A, D, E y K). Un tipo especial de grasa, el Omega 3 es esencial para el cuerpo humano y puede encontrarse en pescados, nueces, semillas y sus aceites, por lo que este tipo de productos no se debe olvidar en el momento de hacer las compras en el supermercado.

Estos consejos o recomendaciones pueden serle útiles sobre el tema de la nutrición de sus hijos:

Aunque los cereales pueden ser una opción fácil para el desayuno, hay que leer las etiquetas cuidadosamente, muchos contienen altos niveles de azúcar, lo mejor es elegir uno sin azúcar y combinarlo con alguna fruta.

En el desayuno es bueno incluir algo de proteína como huevo o yogurt. Esta comida es muy importante, es la primera contribución de energía después de muchas horas de sueño.

A los niños les encanta las meriendas y snacks pero a veces prefieren no los sanos. Enseñe a sus hijos a comer frutas cuando sientan hambre, es un buen hábito que será beneficioso a lo largo de la vida.

El agua es preferible a cualquier bebida, jugos y licuados son deliciosos pero pueden contener una gran cantidad de fructosa  que pueden convertirse en altos consumos innecesarios de azúcar.

Los padres son modelos a seguir, así que si usted come saludablemente, practica ejercicio y bebe agua sus hijos aprenderán buenos hábitos por el simple hecho de imitarle.

Involucre a los niños en las compras de comestibles y en la preparación de sus propias comidas, además mantenga bocadillos saludables disponibles.

Recuerde que el desayuno es una comida importante, pero eso no significa comer demasiado. Combine proteínas y carbohidratos adecuadamente y ofrezca a su hijo algo de fruta, un buen desayuno debe proveer la energía que requiere un niño activo.

Las comidas en familia son grandes oportunidades para fortalecer los lazos, reunir a sus hijos alrededor de una mesa, hablar con ellos sobre sus actividades y problemas y mantenerlos lejos de los teléfonos, ordenadores o televisores.

Al comer juntos puede monitorear los hábitos de los niños y usted también les puede enseñar con el ejemplo. Ellos observarán cómo usted combina los alimentos y el tamaño de las porciones que sirve, cómo se sienta y los buenos modales al comer.

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El Currículo Montessori

 Desde el nacimiento hasta los 3 años

Durante los primeros tres años de la vida del niño se sientan las bases para su futuro desarrollo. Montessori denomina a este período como el del “embrión espiritual”, durante el cual realiza en la esfera psicológica lo que el embrión realizó ya en la esfera física. Este proceso se logra gracias a la “mente absorbente” del niño que incorpora experiencias, relaciones, emociones, imágenes, lenguaje, cultura, a través de sus sentidos y por el simple hecho de vivir.

Estas experiencias de vida dan forma a su cerebro, formando redes neuronales que tienen el potencial de permanecer con la persona toda su vida. En esta etapa del nacimiento a los 3 años, la educación Montessori se concentra en el desarrollo del habla, el movimiento coordinado y la independencia, que le dan confianza al niño, le permiten descubrir su propio potencial y su lugar dentro de una comunidad.

El currículo en el aula de 3 a 6 años se divide en cuatro áreas de trabajo:

Vida Práctica: son actividades que apuntan al cuidado de sí mismos, de los demás y del ambiente físico que habitan. Las actividades incluyen tareas que le son familiares a los niños: lavar, lustrar, poner la mesa, arreglo de floreros, entre otros. También se introducen actividades de “gracia y cortesía” que caracterizan a todos los seres civilizados. A través de éstas y otras actividades, se logra coordinación y control del movimiento y exploración del entorno. Los niños aprenden a realizar una tarea de principio a fin, desarrollan su voluntad, su auto disciplina, la capacidad de concentración y la confianza en sí mismos.

Sensorial: el niño de esta edad aprende a través de sus sentidos más que a través de su intelecto. Los materiales sensoriales son herramientas para que los niños refinen cada uno de sus sentidos ya que cada uno aísla una cualidad particular: olor, tamaño, peso, textura, sabor, color, entre otros. En esta edad preescolar en la que el niño recibe excesiva información sensorial, estos materiales le permiten encontrar orden y sentido en el mundo, elevan su capacidad de percepción, favorecen la observación y un sentido de admiración por todo lo que los rodea.

Lenguaje: cuando los niños entran al ambiente a los 3 años enriquecen el lenguaje ya adquirido. Son capaces de usarlo con inteligencia, precisión y belleza, dándose cuenta poco a poco de sus propiedades. Aprenden a escribir partiendo de los sentidos (el oído, el tacto) y, como una consecuencia natural de esto aprenden a leer. Como una extensión de las actividades de lenguaje, los niños aprenden sobre geografía, historia, arte, música.

Estas áreas ayudan al niño a conocer el entorno que lo rodea y a despertar la conciencia en el niño del lugar que ocupa en el mundo; los lleva a sentir respeto y amor por su ambiente, y crea un sentido de solidaridad con toda la familia humana y su hábitat.

Matemática: los materiales ayudan al niño a aprender y entender conceptos matemáticos al trabajar con materiales concretos que lo conducen intuitivamente hacia conceptos abstractos. Le ofrecen impresiones sensoriales de los números y sientan las bases para el álgebra y la geometría.

De los 6 a los 12 años

El Currículo en el aula de 6 a los 12 años presenta una visión histórica, evolutiva e integrada del conocimiento y del desarrollo humano. Incluye cinco grandes lecciones fundamentales a partir de las cuales se desarrollan estudios específicos en distintas áreas. Las lecciones están diseñadas para despertar la imaginación, la curiosidad y la admiración por la capacidad creativa e innovadora del espíritu humano.

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