La Tierra siempre está cambiando y los desastres naturales pueden ocurrir en cualquier momento o lugar. Inundaciones, tornados, tormentas de hielo, huracanes y otros pueden afectar nuestra vida sin previo aviso. Por lo tanto, como seres humanos vulnerables lo mejor que podemos hacer es estar preparados con un plan de emergencia familiar que nos ayude a mitigar los efectos de estos eventos. No importa donde usted está, cuán cerca o lejos puede suponer que está de lo que pase, es importante estar listo y preparado y también enseñar a su familia a manejar la crisis. Recientemente vimos las consecuencias del devastador huracán Harvey, por lo que es apropiado recordar algunas medidas esenciales para estar alerta. En primer lugar, siempre debe mantener una lista de números de teléfono de los grupos de asistencia de emergencia y enseñar a sus hijos cómo ponerse en contacto con ellos o utilizar el servicio 911. También es recomendable mantener un kit en casa con algunas cosas básicas:
- Agua (un galón de agua por persona para al menoss tres días).
- Alimentos no perecederos y artículos especiales que un miembro específico de la familia pueda requerir.
- Medicamentos sin prescripción (analgésicos, antidiarrea, artículos de higiene personal, etc.)
- Toallas, saco de dormir o cobija para cada persona.
- Baterías adicionales en varios tamaños.
- Silbato para notificar la ubicación.
- Dispositivos de carga y una batería de respaldo para dispositivos móviles.
- Documentos personales (pólizas y tarjetas de seguro) preferibles en una cartera impermeable o envolvente.
- Otros que usted considere imprescindibles.
Con respecto a los niños, podemos ayudarles a entender su lugar en el mundo y cómo estos desastres pueden afectar su rutina. Lo mejor que podemos hacer como padres es enseñarles a lidiar más eficazmente con un desastre, eso es posible si tratamos de explicar de una manera sencilla lo que está sucediendo y lo que los pequeños pueden hacer para ayudar a protegerse. Proporcionar detalles innecesarios sólo puede alarmarlos por lo que las explicaciones concretas son las mejores. Una recomendación excelente es limitar la cobertura mediática y ayudar a los niños a procesar la información que reciben. Asegúrese de sondearlos sobre qué preguntas tienen, lo que ayuda a evaluar si sus miedos son realistas y mostrarles cómo hacer frente a los sentimientos que podrían surgir. Otros consejos importantes son: deje que su hijo sepa que está bien estar molesto y tal vez ansioso; si usted siente que no es capaz de dar algún apoyo pida ayuda (familiares, amigos o profesionales), permita que los niños expresen sus sentimientos y ayúdelos a averiguar qué pueden hacer para ayudar a otros en su comunidad, si es posible.
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