Los días se están calentando y el verano y las vacaciones se acercan, es hora de pensar en tomar medidas adicionales para la protección de sus hijos ante el sol. Recuerde que una piel desprotegida es más proclive a que el sol la dañe en pocos minutos, causando efectos indeseables que pueden causar problemas en la adultez. Por otro lado también hay que considerar que todo el mundo necesita un poco de exposición al sol porque es una fuente de vitamina D y ayuda a nuestros cuerpos a absorber el calcio para los huesos. Por lo tanto, es una cuestión de equilibrio, la exposición correcta con el cuidado adecuado. Es importante que los padres enseñen a sus hijos cómo disfrutar de la diversión en el sol con seguridad. Algunos consejos importantes son los siguientes:
No trate de evitar pensar en el cáncer de piel, al contrario, tenga en mente que es una realidad que esta enfermedad está directamente relacionada con el exceso de rayos ultravioletas. Así que la mejor opción es conocer todos los hechos que pueden enseñarle cómo prevenirlo.
Debe tener especial cuidado con la protección solar si su hijo tiene uno o más de estos factores de alto riesgo: lunares en la piel, cabellos claros, ojos azules o verdes y antecedentes familiares de cáncer de piel.
No piense que el bloqueador solar es suficiente. Haga que sus niños usen ropa liviana, permanezcan a la sombra y también usen un sombrero, especialmente en el punto de calor máximo del día.
Mantenga a sus hijos hidratados. El cuerpo pierde más agua durante los meses calurosos y bajo actividad física por lo que procure mantener las bebidas disponibles para sus hijos, especialmente el agua y asegúrese de que ellos estén pendientes de su consumo de líquido durante los días de verano.
Prefiera el SPF (factor de protección solar) 30 o superior al comprar un bloqueador solar, ya que bloquea el 97 o el 98 por ciento de los rayos UVB. Por encima de SPF 50, usted no va a ver mucha más eficacia, así que los SPF de 50 o más podrían ser inútiles.
Recuerde que todos necesitan protección sin importar el color de la piel. Por eso se debe reaplicar el protector solar cada 2 o 3 horas. Pero si sus niños están nadando o sudando mucho considere reaplicar cada 80 minutos. Es importante no comprar el producto más caro, sino el menos dañino que es el que contiene menos productos químicos, el mejor es el de base mineral libre de aditivos y parabenos.
Después del sol hágale un tratamiento hidratante a la piel, puede ser con crema hidratante, aceite de coco o Aloe Vera, cualquiera de estos productos ayuda a recuperar la humedad del cuerpo. Enseñe a sus hijos a usarlas, así aprenden a cuidarse solos.
Evite los rayos más fuertes del día, esto es cuando el sol está en su punto más alto, generalmente a partir del 10 a.m. hasta las 4 p.m.. No importa si el día parece nublado, el “sol invisible” puede causar quemaduras inesperadas y daño a la piel.
Aplique el protector solar o el bloqueador (mejor éste) correctamente, esto es, 15 a 30 minutos antes de que los niños salgan y no se olvide de las partes sensibles del cuerpo como orejas, manos, pies, hombros, detrás del cuello e incluso los labios (con un bálsamo labial SPF 30) para los niños más grandes. Y no olvide los ojos. Aunque no todos los niños disfrutan usando gafas de sol, anímelos a usarlas permitiéndoles seleccionar un estilo que les guste.