Para Montessori el trabajo manual y la gimnasia manual no son lo mismo aunque están conectados. El objetivo de la gimnasia manual es ejercitar la mano y perfeccionar al individuo. En el trabajo manual el foco es terminar determinada tarea o estimular la creación de un objeto socialmente útil, su función es enriquecer el mundo. Ella consideraba que hacer que los niños copiaran algo, dirigirlos para producir cosas útiles o darles arcilla para que crearan a su manera servía para el estudio de manifestaciones espontáneas, pero no necesariamente para educarlos.
Montessori decidió probar algunos ejercicios desarrollados por el profesor Randone en la Escuela de Arte Educativa, fundada por él. La práctica se basaba en educar gentilmente a la juventud y dirigirla a su entorno, esto es, el respeto por objetos, edificios, monumentos, una parte importante de la educación cívica. El profesor Randone creó esta escuela inspirado por una amplia concepción artística que incluía la reproducción de objetos que se encontraban fácilmente en el entorno. Uno de estos objetos era la vasija, que fue en algún momento la glorua de Italia y Florencia en el arte de la cerámica.
La importancia de la vasija es mucha. El primer alimento de la humanidad fue cocinado en una de ellas, además fue un símbolo sacro relacionado con templos en muchas culturas como la etrusca, la egipcia y la griega. La historia de la vasija va con la historia de la humanidad. Además es adaptable a cualquier modificación de forma y susceptible a aceptar cualquier forma de ornamento. Por esta característica especial, Randone eligió la vasija como una pieza de enseñanza, que puede ser modificada de acuerdo a la inspiración individual. Otro trabajo de la Escuela de Arte Educativo era la confección de pequeños bloques en arcilla, su horneado y la construcción de pequeñas paredes.
Estas ideas fueron tomadas por Montessori como entrenamiento manual en las ¨Casas de los Niños¨. En el caso de las vasijas, después de dos o tres lecciones los pequeños alumnos se entusiasmaban por la construcción de los bloques, sentían que era divertido colocar bloque sobre bloque, superponer filas sobre filas y hasta la construcción de casas reales con sus ventanas y puertas, sus adornos en las fachadas y los pequeños mosaicos hechos por los propios niños. Así los niños aprendían a apreciar los objetos y construcciones que los rodeaban, a la par que la labor artística y manual les daba un beneficioso ejercicio.