Para el siguiente paso, el niño puede usar una caja que contiene ocho tonos diferentes de ocho colores distintos. Los tonos de cada color se clasifican desde muy claro hasta muy oscuro. Para realizar este ejercicio, el niño debe distinguir la intensidad de los tonos y colocar las tabletas en orden desde el más claro hasta el tono más oscuro de cada color. Cuando se haya completado el ejercicio, la disposición de los colores da un efecto arcoíris bonito que es atractivo para los niños.
El profesor puede hacer esta actividad aun más difícil. Puede seleccionar una tableta de color y pedirle al niño que vaya a la caja y traiga de regreso la tableta que es simplemente más oscuro o simplemente más claro del que el maestro está sosteniendo. Para ellos no es fácil, pero muchos niños son capaces de hacerlo con precisión después de haber trabajado con los colores durante varios meses. Enseñar a los niños a ser conscientes de las finas diferencias en colores les da preparación para todo tipo de observaciones científicas, el arte, la apreciación del arte, decoración, y muchas otras actividades significativas.
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