La Navidad ya está aquí, es tiempo para celebrar, compartir con la familia y disfrutar de algunos días de relax. Es una época diferente del año, incluso para aquellos que no comparten los fundamentos religiosos de estas festividades. Los niños cuentan los días hasta que termina la escuela y los padres comienzan a pensar en los detalles especiales: regalos, árboles para decorar, actividades, eventos, comida y dónde pasar el día de Nochebuena. La planificación puede ser un poco estresante y es por eso que para muchos, Navidad y año nuevo han perdido su diversión. Por lo tanto el reto es volver a lo simple y ver esta época como un hermoso paréntesis para disfrutar y reconectarse con la gente amada y enseñar a los pequeños a verlo de esa manera. Aquí hay algunos consejos para estos días que no son sólo para los niños, sino también para que los padres disfruten:
Refresque sus tradiciones. Todos tenemos tradiciones familiares que nos traen buenos recuerdos, sin embargo, puede no ser tan divertido para los niños que no han vivido esas experiencias. Tal vez sea el momento de crear nuevos enfoques para esta temporada, hacer un inventario y descartar las tradiciones que no se ajustan a uno y a la familia. Invite a nuevos amigos a la casa, cambie las decoraciones o cree un nuevo menú para la cena del 24.
Navidad para todos. Considere que los adultos también merecen diversión, aunque los días festivos están orientados hacia los niños. No se trata sólo de organizar, planificar y agotarse al final del mes. Tal vez los padres pueden tomar algunos días libres fuera de casa u organizar una fiesta, o simplemente hacer alguna actividad que no sea necesariamente dedicada a los niños.
Busque lo simple. Enseñe a sus hijos que la Navidad no es sobre el regalo más grande o el más caro, se trata de conversaciones, risas y experiencias compartidas. Desarrolle sus propias tradiciones familiares que se adapten a usted y a sus valores. No se canse después de una cena o fiesta perfecta, prefiera cosas sencillas y lo que da felicidad a todos.
Tan divertido como un niño. ¿Cuál es su recuerdo navideño favorito de la infancia? ¿decorar el árbol y beber chocolate caliente? ¿decorar galletas de pan de jengibre? Encuentre esas cosas que usted amó y reconéctese con ellas. Ese sentimiento es el verdadero espíritu de estos días.
Planifique sus actividades y relájese. Olvídese de la perfección, eso no existe. Planifique lo que necesita y quiera hacer cada día. Esto le permitirá estar más relajado y divertirse más con lo que sea que está haciendo. Y recuerde, no son sólo las cosas divertidas las que hacemos lo que forma los recuerdos de Navidad, es la gente con quienes los hacemos.
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