María Montessori consideraba como inadecuada la práctica habitual de la gimnasia o educación física porque hace que los niños repitan movimientos mecánicamente, impartidos como instrucciones. Ella pensaba que tales ejercicios reprimían los movimientos espontáneos para imponer otros. Para ella, la gimnasia y en general la educación muscular consiste en ejercicios que tienden a promover el desarrollo normal de los movimientos fisiológicos (como caminar, hablar, respirar). La educación muscular es aquella que enseña al niño los movimientos que le serán útiles en actividades cotidianas como vestirse, desvestirse, abotonarse la ropa o atarse los zapatos o cargar objetos como pelotas, cubos y otros. La edad crucial para este entrenamiento es entre los 3 y 6 años.
Caminar debe ser una prioridad en la actividad física de los estudiantes. Montessori propine esta práctica tanto internamente (en el gimnasio de la escuela) como afuera, en el jardín. Ella ideó un sistema con un camino central acompañado de una cerca alrededor donde los más pequeños pudieran descansar tras dar caminatas y hasta pensó en disponer descansos altos para trepar donde los niños pudieran dejar colgando sus piernas y balancearlas.
María Montessori también indicaba la necesidad de tener ciertos aparatos o herramientas para practicar la gimnasia. Uno de ellos, el trampolín, inventado por Séguin, útil para desarrollar las extremidades inferiores y fortalecer las articulaciones de las rodillas en los niños más débiles. Este es un artefacto que consta de un asiento que cuelga de cuerdas. El niño se ejercita presionando sus pies contra una pared o superficie e impulsándose hacia atrás, haciendo mecer el columpio.
Otra pieza importante es el péndulo, un juego que puede ser practica en soledad o con otros. Consiste en pelotas de goma que cuelgan de una cuerda y pueden ser lanzadas a otra persona. Este ejercicio ayuda a los brazos y a la columna vertebral. El péndulo también ayuda a la coordinación visual en la medida en que se calcula el lanzamiento y la distancia de los cuerpos en movimiento.
La cuerda, otro de los juegos o herramientas, consiste en una línea de tiza dibujada en el suelo que sirve como guía para dirigir los movimientos libres de los niños en una dirección dada.
La gimnasia libre también está incluida en el Método Montessori. Se divide en dos clases: dirigida con prácticas requeridas y juegos libres. En la primera, ella recomienda la marcha como principal, acompañada de canciones que hagan que también se ejerciten los pulmones. En los juegos libres los niños pueden divertirse con pelotas, aros, bolsas de frijoles y cometas.
La gimnasia educacional incluye dos series de ejercicios que forman parte también del trabajo escolar, como es el cultivo de la tierra y el cuidado de animales y plantas. Estas actividades necesitan movimientos coordinados como escoger o limpiar los granos (maíz o avena) o cerrar y abrir puertas que van hacia el jardín.
En la gimnasia respiratoria los movimientos son regulados, esto es, los niños se entrenan en el arte de la respiración. Estos ejercicios ayudan a la correcta formación de los hábitos del habla. Algunos de estos movimientos son: respirar lentamente, levantar los hombros rápidamente y bajar el diafragma o expeler el aire lentamente, bajando los hombros lentamente volviendo a la posición normal. Estas prácticas preparan a los órganos que se usan en la formación del lenguaje.
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