Hay una relación directa entre la comida que sus hijos comen y su estado de ánimo. Algunas frutas por ejemplo son una buena fuente del beneficioso antioxidante conocido como la quercetina (un poderoso elemento que aumenta el cerebro) y de azúcar natural que puede aumentar la adrenalina en el cuerpo. Particularmente las frutas de alta fibra tales como bananas, frambuesas, kiwis, manzanas y arándanos ofrecen un sano impulso de energía al organismo. También el yogur griego ayuda al mejor funcionamiento del sistema nervioso, combate los anticuerpos y proporciona calcio y proteínas al cuerpo. Aunque muchos niños la detestan, la avena es un excelente paquete de magnesio, fibra y zinc que reduce la ansiedad, suprime los síntomas de la depresión y aumenta la energía. Este alimento de gran alcance se puede agregar a los muffins, al pan, a los batidos y a las galletas. Los garbanzos son también excelentes para estimular a los más pequeños de la casa, la vitamina B6, la proteína y la fibra que contienen hacen que el cerebro produzca las sustancias químicas que generan sensación de felicidad. Hay otros alimentos para el buen humor y para hacer a los niños más felices como: brócoli, almendras, zanahorias, pepinos, aguacates, espinacas, judías verdes, semillas de chía y batatas. Son productos que pueden modificar nuestro estado de ánimo, concentración y capacidad física. Todo lo que se tiene que hacer es aprender a cómo cocinar y combinarlos para hacer comidas divertidas y nutritivas que los niños disfruten.
NIÑOS FELICES, NIÑOS MÁS SALUDABLES
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