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UN ASUNTO COMPLICADO, PONER A NUESTROS HIJOS A DIETA

Algunos padres no reconocen cuando sus niños tienen exceso de peso y muchos consideran su contextura como “correcta”, pero eso es un comportamiento normal, normalmente cuando vemos a un niño delgado solemos pensar que no está alimentado adecuadamente. Además, no es fácil saber cuál es el la cifra ideal en la báscula, porque el cuerpo cambia tan rápido que no nos damos cuenta que nuestros hijos están engordando hasta que es demasiado tarde. Hay una variedad de métodos que se puede utilizar para medir con precisión el peso de su hijo y si es necesario algunas acciones que usted puede tomar para mejorar la salud de su pequeño y la de toda su familia.

Según algunas investigaciones, un niño que es obeso a la edad de 6 años tiene un 50 por ciento de probabilidades de ser un adulto obeso, lo que también significa que está en grave riesgo de muchas enfermedades como la diabetes y de sufrir  accidentes cerebrovasculares. El primer indicador de la obesidad son los padres. Si usted es un padre con sobrepeso, es más probable que su hijo esté en sobrepeso o esté propenso a adquirirlo. Hay otros indicadores, por ejemplo, si usted necesita comprar ropa para una edad que no es la de su hijo o si usted tiene que comprarle talla de adultos. Pero la palabra final viene del doctor o nutricionista, él puede medir la circunferencia de la cintura de su niño, el grueso de un pellizco de la grasa de la piel en varias partes del cuerpo (se hace con un aparato especial) o realizar una prueba de impedancia bioeléctrica (el impulso eléctrico viaja más lentamente por el cuerpo según la fuente de grasa con la cual se topa). Con esas sencillas pruebas puede saber con precisión el peso de su hijo y determinar si es tiempo de ponerlo en dieta.

Los niños son seres humanos en constantemente crecimiento y desarrollo, por lo que necesitan una variedad de alimentos saludables para mantener sus cuerpos creciendo adecuadamente. Las dietas no incluyen todos los alimentos nutritivos por lo cual no es tal vez la vía más adecuada para lograr el peso ideal, sino hacer que los niños mejoren su salud simplemente comiendo alimentos saludables y siendo más activos. Otro tema relacionado con las dietas es que cuando alguien está dispuesto a tomar medidas extremas para ser más delgado podría tener un desorden alimenticio como anorexia nerviosa o bulimia nerviosa, condiciones graves que necesitan atención médica. Así que si su hijo tiene sobrepeso o es obeso, ayudarle a llegar a un peso saludable es una de las mejores cosas que usted puede hacer por él. La forma correcta de hacerlo generalmente depende de la edad, la actividad y el carácter de su hijo y ponerlo en una dieta tal vez debería ser la última opción. Hay ciertas acciones que se pueden tomar en casa y que ayudarán a toda la familia:

  1. Trate de no comprar comida chatarra. Si la tiene siempre en casa es más fácil que sus hijos la coman. Deje a los niños en casa cuando haga las compras de los alimentos, haga una lista antes y adhiérase a ella.
  2. Las bebidas azucaradas están llenas de calorías. Una lata de soda contiene 10 cucharaditas de azúcar. El zumo no es mucho mejor. Prefiera siempre el agua.
  3. Asegúrese de servir a sus hijos porciones apropiadas de comida, todo puesto en el plato, para que se acostumbren a ver las cantidades de alimentos y no coman más de eso.
  4. Practique y enseñe moderación. Un delicioso pastel o un helado puede ser guardado para ocasiones especiales.
  5. Intente no promover el “Club del plato limpio”, si usted quiere evitar el desperdicio de alimento, practique el servir porciones adecuadas a cada miembro de la familia.
  6. Lo mejor que puede enseñar a sus hijos es a comer cuando tienen hambre y parar cuando están satisfechos, no excesivamente llenos.
  7. Prefiera los alimentos naturales, los procesados tienden a contener más calorías. Frutas en vez de jugos, verduras crudas en vez de cocidas.
  8. Busque anticipación. Una vez por semana, siéntese y planifique las comidas de la semana y asegúrese de tener todos los ingredientes para su menú saludable.
  9. Elija siempre los productos lácteos sin grasa o bajos en grasa, sus niños no saben la diferencia y amarán el queso bajo en grasa o sin grasa, el yogur y la leche.
  10. Asuma esta frase como regla o mantra: “si está frito, no lo como”. Los alimentos fritos no son saludables. Mantenga a su familia lejos de ellos siempre que sea posible.
  11. Camine, baile, corra, juegue con sus hijos, trate de incorporar el ejercicio y el movimiento en sus actividades diarias. Tomar las escaleras, haga un poco de deporte, camine después de la cena.
  12. Evite comentar sobre qué o cuánto están comiendo sus hijos, sus hijos deben hacerse responsables de su propia manera de alimentarse. Frases como “come tus vegetales” a veces crean rechazo.
  13. Involucre a sus hijos en la elección o preparación de comidas saludables, estarán más interesados en comer lo que han creado.
  14. Permita los dulces, sodas, cereales y galletas en ocasiones especiales como por ejemplo, la visita de los abuelos o cuando la familia está de vacaciones.
  15. Sea un modelo a imitar. Piense en comer sano como una manera de vivir no un hábito errático. Sus hijos imitan su comportamiento, por lo que sea honesto y enséñeles cómo cuidar de sí mismos y cuando disfrutar de una deliciosa comida para una ocasión especial. El equilibrio es lo que cuenta.

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